La Universidad Autónoma de Chile hace uso de la realidad virtual para mejorar el tratamiento de trastornos mentales en personas mayores
La realidad virtual encierra un amplio ramillete de aplicaciones que ayuda a que la calidad de vida de los usuarios mejore significativamente. En esta ocasión, ha sido la Universidad Autónoma de Chile la encargada de sacar a la luz un estudio que demuestra los beneficios que esta tecnología es capaz de aportar a las personas de edad avanzada que padecen trastornos psicológicos de carácter ansioso y depresivo.
En concreto, el departamento de Kinesiología ha llevado a cabo un experimento en el que se han empleado gafas de realidad virtual sobre determinados pacientes. Se trata de un dispositivo que ha servido para que los implicados puedan involucrarse de manera inmersiva en entornos concretos diseñados para potenciar los sentidos y mejorar la autorregulación de las emociones y los comportamientos. El documento concluye que esta exposición, debidamente orquestada, supone una reducción de los índices de la ansiedad y la depresión.
Según el Doctor Héctor Brito, uno de los responsables de dirigir la investigación, esta tecnología facilita una explicación más amplia de la salud mental y física de los pacientes. Esto es gracias a la interacción que en un entorno como este llegan a experimentar a través de los diferentes agentes ambientales y de la imagen que perciben de sí mismos.
Dos estrategias diferenciadas
Para obtener resultados concluyentes fue necesario involucrar en el muestreo a ciento once personas de edades comprendidas entre los sesenta y seis y los ochenta y ocho años. Todos ellos se sumergieron en distintos ambientes de realidad virtual a lo largo de mes y medio. Para ello, la investigación siguió dos maniobras complementarias entre sí. Por un lado, se incrementó el volumen de la estimulación sensorial y del sistema motor en circunstancias llevadas al límite, pretendiendo de este modo facilitar el desarrollo de vivencias difícilmente realizables por estas personas en contextos cotidianos. El objetivo, en palabras del Doctor Brito, fue lograr un nivel adaptativo mayor.
Los ejemplos en el visionado inmersivo tendieron sobre todo a explicitar situaciones especialmente desafiantes, como la simulación de caídas al vacío, de escenarios vertiginosos o de vuelos arriesgados sobre determinados enclaves. Además, contando con el añadido de someter a los pacientes a diversos ejercicios de memoria en unas coordenadas concretas. Esta investigación persigue el desarrollo de las diferentes capacidades que permitan al sujeto adaptarse al medio con mayor facilidad. De hecho, se cree que cuanto más alto es el nivel de adaptación, menos relieve tiene la huella de la senectud.
En cuanto a la segunda maniobra, esta estuvo centrada en rebajar el examen crítico que las personas depresivas hacen de sus comportamientos, uno de los príncipales síntomas de este trastorno en edades avanzadas. La idea persiguió precisamente todo lo contrario: reforzar la autoestima a través de la realidad virtual. Para ello, cada paciente proyectaba mensajes de apoyo al resto de participantes hasta que en una sucesión de imágenes se encontraba a sí mismo recibiendo sus propias palabras. Se trata de un mecanismo que busca la objetivación de la realidad de cada persona a partir de su discurso personal, consiguiendo con ello una percepción de las cosas menos condicionada por la sintomatología.
El perfeccionamiento de la técnica
Los resultados del estudio han certificado que la aplicación de esta tecnología contribuye a disminuir de manera representativa las manifestaciones más conocidas de los cuadros por depresión y ansiedad en este sector de la población. Para sacarle el mayor rendimiento posible a esta herramienta, los especialistas técnicos beben directamente de aquellos sectores del país que son punteros en crear entornos de realidad virtual.
El objetivo es perfeccionar cada detalle de los distintos escenarios para que la inmersión sea intensamente natural. De este modo, el ejemplo a seguir está situado en el campo de los videojuegos y en las plataformas digitales de juegos de azar, donde los casinos online en Chile ejercen como uno de los grandes referentes a la hora de generar espacios virtuales. De hecho, esta industria cuenta con la tecnología más avanzada del momento para conseguir que los jugadores experimenten a través de internet las mismas sensaciones que se viven en un casino físico. El tratamiento de cada elemento gráfico se sustenta en imágenes formadas por millones de polígonos, consiguiendo así que las salas, los tapetes de juego, las máquinas tragamonedas e incluso el resto de participantes adopten una apariencia realista de primer nivel. Con los videojuegos ocurre lo mismo, con la particularidad de que estos emplean la última versión del software Unreal Engine, capaz de un renderizado sumamente minucioso.
La Universidad Autónoma de Chile consigue así dirigir de forma concreta la realidad virtual hacia el estudio de los trastornos mentales, logrando con ello definir más limpiamente aquellos síntomas que los integran. Se trata de un mecanismo que ayuda a que los diagnósticos sean mucho más certeros y no se basen únicamente en entrevistas personales.