Consejos para mejorar tu descanso, ¡empieza a dormir como un bebé!
El estrés puede convertirse en un importante factor de influencia en nuestras rutinas de descanso. Un ritmo de vida frenético puede acabar derivando a largo plazo en problemas y trastornos de sueño como el insomnio. No obstante, si existe un factor determinante y que depende directamente de nosotros, es la calidad y el estado de nuestra cama.
¿Estás pensando en renovar tu dormitorio? ¿Te gustaría mejorar la calidad de tu sueño? A continuación te proponemos algunos consejos. ¡Presta atención!
El somier: El gran olvidado
A la hora de seleccionar la cama más apropiada se presta atención al colchón y a menudo se tiende a subestimar la importancia del somier. En realidad, es uno de los elementos clave porque interfiere en la durabilidad de la cama pero también en el nivel de estabilidad o adaptabilidad que proporciona la estructura.
Un somier formado por láminas de baja calidad puede contribuir a la deformación del colchón y a la aparición de áreas hundidas. Además, las probabilidades de que se acaben rompiendo son superiores.
Bases tapizadas: Una alternativa que deberías tener en cuenta
Son una de las opciones más recomendables. Las bases tapizadas están formadas por un tablero de madera acolchado y forrado que actúa como una base para el colchón. Integran un bastidor de metal reforzado a base de tubos de acero y barras transversales. Algunos de sus principales beneficios son:
Firmeza y estabilidad
La naturaleza de los materiales que intervienen en su proceso de fabricación proporcionan una gran firmeza. En general, las bases tapizadas proporcionan una mayor estabilidad que los somieres.
Evitan deformaciones y hundimientos
Uno de sus principales puntos fuertes es su capacidad para distribuir el peso adecuadamente. Su instalación reduce las probabilidades de que se produzcan deformaciones sobre el colchón con el paso del tiempo o desniveles.
Resistencia
La solidez de sus materiales y su arquitectura optimizada se traducen en una mayor durabilidad. Las bases tapizadas contribuyen a ralentizar los procesos de envejecimiento del colchón a un nivel superior del que proporcionan los somieres o los canapés.
El precio importa, pero no es un indicador infalible o absoluto
A la hora de identificar el mejor colchón se deben tener en cuenta factores que van más allá del económico. Aunque contar con una mayor libertad presupuestaria puede darnos acceso a soluciones interesantes, en realidad, no se trata de un principio absoluto. Por ejemplo, los colchones de látex se convirtieron en una de las alternativas más populares (y también una de las más caras). No obstante, con el paso del tiempo se ha demostrado que no son la mejor opción en todos los contextos. En realidad, las necesidades del usuario y sus particularidades tienen mucho que decir al respecto.
Sin embargo, esto no significa que no existan algunos rasgos generales que están presentes en todos los modelos recomendados. Aquellos que cuentan con una gran capacidad para adaptarse a la forma del cuerpo del usuario y que no se deforman con el paso del tiempo, son una apuesta segura. Un colchón de cama gruesa elaborado a base de viscoelástica y con un corazón de muelles ensacados es, probablemente, una de las alternativas que proporcionan un descanso de mayor calidad.