De hombre a mujer y viceversa: la vida de Martin Föhse
Muchas dudas abundan en la mente de las personas que no se sienten a gusto con ciertas cualidades de ellas mismas. Ya sean cualidades de personalidad o atributos físicos, y la identificación sexual es un tema recurrente de esta última.
Las personas a lo largo de su vida van experimentando deseos, sensaciones y aspiraciones que son parte del proceso natural de exploración personal. A medida que las personas se van desarrollando, van teniendo una visión más clara de lo que son y de lo que quieren ser, y Martin Föhse conoce esto muy bien.
Martin Föhse, de 43 años, ha tenido que tomar decisiones bastante complejas durante toda su vida; tan complejas que han cambiado la forma en la que vive su día a día.
Föhse vivió como hombre sus primeros 32 años de vida y luego optó por vivir como una mujer durante 10 años, hasta que decidió que su verdadero destino era vivir como hombre.
De Martin a Kathrin
Martin Föhse era un chico que aparentaba vivir de forma tranquila sus días, aunque en su cabeza había un asunto que le carcomía los pensamientos: su identidad sexual como hombre.
Martin no tenía dudas en cuanto a su orientación sexual pues siempre sintió una atracción muy fuerte hacia las mujeres. Pero en cuanto a su identidad sexual, este no se sentía a gusto siendo un hombre y sentía que su cuerpo masculino estaba atrapando a su verdadero yo.
Anita
Sin embargo, esto no lo detuvo de seducir a una cantidad de chicas durante sus primeros años de vida. Cuando tenía 24 años conoció a una estudiante llamada Anita con la que sintió una conexión inmediata y con quien comenzó una relación amorosa que perduraría por 10 años.
Durante el tiempo de esta relación la feminidad de Martin afloraba cada vez más, llegando al punto en que la intimidad de ambos se veía envuelta y comenzaba a ser un problema.
Luego de la primera transición de Föhse, Anita continuó con la -entonces- Kathrin hasta que su relación dejó de ser viable.
Föhse llevaba una carrera exitosa como docente de derecho en la Universidad de St. Gallen en Suiza y como abogado en un reconocido bufete, en el cual pidió unas dos semanas de vacaciones para dar inicio a su transición de hombre a mujer.
De Kathrin a Martin, de nuevo
No obstante, Kathrin notó cómo el mundo laboral para ambos sexos es distinto; el sexo masculino se ve con ventaja frente al sexo femenino. Las oportunidades de trabajo para las mujeres son más reducidas que para los hombres.
Aunque nunca tuvo ningún inconveniente con sus alumnos de clases, quienes aceptaron su nueva identidad de forma inmediata y sin problema alguno, sus clientes como abogado cada vez eran menos hasta que se vio en la posición de dejar el bufete.
Consiguió un nuevo empleo en la Oficina Federal de Energía de Suiza, donde alcanzó el punto más alto de su carrera, llegando a obtener audiencias en el Parlamento y asistiendo a reuniones de alto rango, siendo la única mujer en un área dominada por hombres.
Akane
De igual forma, su rutina y comportamiento cambiaron, sintiéndose más vulnerable como mujer. Pero algo que no cambió fue su orientación sexual; Kathrin era lesbiana.
Conoció a una mujer llamada Akane, que se convirtió en su primera cita oficial desde que se hizo su cirugía de reasignación sexual y con quien tendría una relación de 8 años, pero a ella no le comenta de su pasado como hombre.
Kathrin volvió a tener dudas recurrentes en cuanto a su identidad sexual en 2017, por lo que tomó la decisión de volver a vivir como hombre, y esto lo comenzó con inyecciones de testosterona.
Ahora, Martin entiende en su totalidad el aspecto femenino de su personalidad y lo abraza con mucho cariño, ya teniendo una perspectiva directa de las formas de vida de ambos sexos.