Osteoporosis: síntomas, diagnóstico y tratamiento
La osteoporosis es la responsable de provocar el debilitamiento de los huesos. Tanto como una caída como incluso una leve tensión como toser o agacharse puede llegar a provocar una fractura. Las fracturas relacionadas con esta enfermedad suelen ocurrir en las muñecas, la columna vertebral y las caderas.
Los huesos son tejidos vivos que constantemente se descomponen y se reemplazan por sí solos. Esta enfermedad se desarrolla cuando los huesos nuevos son mucho más lentos en regenerarse que la eliminación de los huesos viejos.
La osteoporosis afecta tanto a los hombres como a las mujeres sin importar la edad, incluso existe un alto índice de niños que sufren esta enfermedad. Por otro lado, las mujeres posmenopáusicas tienen un riesgo más alto de sufrir este desgaste de los huesos.
Síntomas
Durante años esta enfermedad se ha conocido como la epidemia silenciosa, debido a que esta patología no presenta ningún tipo de síntoma, aunque el dolor comienza a aparecer después de sufrir la fractura.
Los especialistas señalan que algunas de las fracturas vertebrales pueden llegar a pasar desapercibidas puesto a que no se produce ningún tipo de síntoma al respecto. En este caso es prácticamente inevitable poder frenar o controlar la masa ósea y reducir el riesgo de que existan nuevas fracturas.
Diagnóstico
Esta enfermedad no presenta alteraciones de los análisis básicos que permite hacer el diagnóstico. Aún cuando en el diagnóstico se obtiene el estudio de la biopsia del hueso. Para realizar esto se llevan a cabo diferentes técnicas radiológicas que además resultan útiles para valorar la evolución de la enfermedad y así poder dar una respuesta rápida.
Por otro lado, las radiografías comunes de los huesos solo muestran la osteoporosis cuando esta ya está en un estado muy avanzado.
En los últimos años se ha podido introducir diferentes modelos de densitómetros que son capaces de medir la densidad del hueso teniendo en cuenta un patrón determinado.
Es así como la densitometría ósea permite diagnosticar si existe o no la osteoporosis o la osteopenia, siendo esto algo que ha empezado a perder densidad mineral ósea, predecir el riesgo de fractura y poder empezar un tratamiento a tiempo.
Tratamiento
La selección del tipo del tratamiento solo va a depender de las características que presente el paciente. Los especialistas aseguran que el tratamiento será eficaz si antes se le hace un seguimiento constante al paciente durante algunos años.
Los fármacos que existen en la actualidad para combatir esta enfermedad consiguen detener la resorción ósea, de esta forma se evita o se disminuye la pérdida del mineral.
Estos son conocidos como los inhibidores de la resorción, en ellos podemos encontrar a los estrógenos, los bisfosfonatos, las calcitoninas, los moduladores selectivos de los receptores estrógenos e incluso las estatinas, estos últimos son unos fármacos que se empleaban anteriormente para combatir el colesterol.
Aunque el tratamiento con medicamentos es muy importante en esta enfermedad existen otras medidas que permiten corregir las deficiencias nutricionales y mejorar el estilo de vida del paciente, para así evitar posibles caídas y minimizar la intensidad del impacto que produce esta enfermedad.