Rinoplastia secundaria

Rinoplastia secundaria: qué es y por qué es importante hacerla con médicos expertos

Hay ocasiones en las que tras realizar una rinoplastia, hay que recurrir a una nueva intervención para corregir algún error que haya quedado o mejorar alguna secuela generada por la primera operación, como la fibrosis o los callos óseos. Lo ideal siempre es hacer las operaciones con personal médico experimentado, para que todo quede perfecto y no haya necesidad de seguir operando la nariz, que de por sí es un órgano bastante delicado, que puede sufrir al someterse a tantas reconstrucciones.

La rinoplastia es una intervención quirúrgica que se realiza en la nariz para corregir alguna imperfección que pueda afectar a la normal respiración, reparar algún trauma sufrido en un accidente o simplemente para hacer que luzca mejor. El propósito de este tipo de operación es buscar armonía y embellecer la nariz y todo el rostro.

Sin embargo, a veces el procedimiento es mal realizado y quedan algunos problemas o surgen algunas complicaciones, como los callos óseos o la fibrosis, que pueden afectar a esa armonía deseada; es entonces cuando hay que recurrir a otra intervención, denominada rinoplastia secundaria.

Si es el caso, entonces siempre debe hacerse esta segunda operación con médicos especialistas expertos en cirugía plástica, que tengan una alta trayectoria que avale su trabajo para garantizar óptimos resultados, de forma que no se tenga que volver a intervenir la nariz.

España tiene muy buenos cirujanos plásticos, con excelentes credenciales, como el doctor Pedro Antolín, quien a través de su página web doctorantolin.com/rinoplastias/ ofrece sus servicios en cirugía plástica, reconstructiva y estética, sin duda, su reconocida trayectoria lo hace ser una autoridad en este campo de la medicina. En su clínica no solo se realizan rinoplastias, sino también operaciones para mejorar los senos, la estética facial y la corporal, con métodos y técnicas avanzadas, y con el mejor equipo profesional que se puede reunir en dichas áreas.

Su filosofía de trabajo se centra fundamentalmente en cuatro principios básicos: curación más rápida, cicatrices casi invisibles, postoperatorios menos traumáticos e incorporación más rápida y normal a las habituales actividades personales y laborales. En ello se fundamenta su trabajo y esa es su prioridad.

¿Para qué hacer una rinoplastia?

Este tipo de operaciones tiene por propósito mejorar el aspecto de la nariz y armonizarla con el resto del rostro. Con ella no se pretende modificar la cara del paciente, pero sí corregir algunas alteraciones que puedan perturbar la tranquilidad o hagan sentir incomodidad.

Gracias a la rinoplastia se logran narices mejor proporcionadas y más bonitas, que pueden encajar mejor en los rostros, y que permiten lucir objetivamente más equilibrados y hermosos.

También tiene fines completamente médicos, cuando por ejemplo se haya sufrido algún accidente y haya podido quedar un trauma en la nariz, o bien, que haya presente algún defecto congénito o alguna deformidad que pueda afectar a la buena respiración. En estos casos también es necesaria la intervención de un cirujano plástico como el Dr. Pedro Antolín y sus eficaces tratamientos, que se pueden revisar en su página web doctorantolin.com, para corregir cualquier problema y lograr ese nuevo aspecto estéticamente perfecto.

Hay muchas razones por las que un paciente se puede sentir incómodo con su nariz y querer llevar a cabo una rinoplastia, pero las que generalmente prevalecen son:

  • Desviación del tabique nasal.
  • Punta grande o punta caída.
  • Nariz con déficit de proyección o que más bien tenga mucha.
  • Giba pronunciada en el dorso.

Quienes optan por esta operación habitualmente es porque se sienten cohibidos o infelices con la forma de su nariz, tienen una deformidad muy notable que necesita arreglarse, respiran mal producto de algún defecto en ella o simplemente quieren mejorar su apariencia.

También cuando el paciente se ha hecho una primera rinoplastia y se produce una fibrosis o callo óseo, se debe practicar una segunda intervención para corregir el problema, lo cual se puede hacer sin muchas complicaciones y sin afectar sustancialmente a la nariz.

¿Son seguras las segundas rinoplastias?

Toda operación es segura, siempre y cuando se realice en el lugar adecuado, con las condiciones médicas idóneas y con la participación de profesionales cualificados para hacerla, tal como hace el Dr. Mira en su clínica especializada en Valencia y Castellón, donde tiene todo lo necesario para garantizar intervenciones de éxito.

Un buen cirujano siempre se asegura de contar con todo lo necesario para que los procedimientos salgan  de acuerdo a lo planificado, y en el caso de las rinoplastias, se encarga de revisar bien la anatomía de los pacientes para planificar las técnicas y los métodos a aplicar, y así garantizar óptimos resultados, para no tener que recurrir a segundas operaciones con el fin de corregir posibles errores.

El doctor Mira tiene más de 40 años de experiencia y más de 20.000 intervenciones quirúrgicas, de las que 4.000 son de la nariz. Es un reconocido cirujano plástico que se ha ganado su buena reputación en dicha área, la cual es el mejor aval que se puede tener para  tranquilidad de los pacientes.

En la página web de su clínica doctormira.com, se puede encontrar información relevante sobre este procedimiento quirúrgico, que puede ser de gran ayuda para quienes piensan realizarlo. Siempre es bueno revisar sobre lo que se quiere hacer y más aún, cuando se trata de la salud.

¿Cuánto cuesta una rinoplastia?

Los costes de una rinoplastia pueden variar dependiendo de la complejidad de la operación y de tres aspectos fundamentales: honorarios del cirujano, del anestesista y de la instalación o centro clínico donde se vaya a realizar.

Habitualmente el seguro no cubre cirugías estéticas, pero si el problema es respiratorio y necesita la reconstrucción de la nariz, entonces sí los cubrirá en su totalidad o en los niveles de cobertura contratados; para el resto de los casos, el paciente deberá sufragar todos los costes.

Cuando se tratan de intervenciones por razones estéticas, éstas deben verse más como una inversión que como un gasto, por cuanto gracias a ellas se puede lograr una mejor calidad de vida, tranquilidad con uno mismo, se aumenta la autoestima y se generan cambios muy positivos que al final no tienen precio. Invertir en estos factores siempre deja muy buenas ganancias a las personas.

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